Nuestros alumnos de tercer año participaron del Animate y ganaron el segundo premio. Después de tanto esfuerzo y nervios, ellos y la profesora Micaela Payer nos cuentas su experiencia:
Ellos dijeron...
Cuando recibimos la propuesta de la profe nos sentimos muy
contentos y orgullosos, porque íbamos no solo a representar a tercer año, sino a la escuela.
Empezamos a pensar que juegos podíamos presentar, tuvimos en
cuenta el juego de la batalla naval que habíamos realizado el año anterior, un
compañero nos dio la idea de un Twister matemático pero con la presentación de puntos en el
plano, nos decidimos por ese juego y comenzamos a practicarlo en el patio de la
escuela. Luego redactamos, con ayuda de la Payer (profesora de matemática), las reglas del juego y decidimos el tipo de
material con el que lo íbamos a concretar.
A partir de allí practicamos y practicamos...y practicamos
(gracias a algunas horas que nos cedieron los profes) hasta que llego la
presentación.
Ese día estuvimos tranquilos, hasta que nos llamaron a
demostrarlo. Por suerte el jurado tenia muy buena onda, nos atendieron súper
bien y hasta jugaron con nosotros.
Una vez finalizada la presentación nos agradecieron y nos
invitaron a concurrir al día siguiente, día de la premiación.
Nos reunimos en la FIQ. En el
momento de la premiación nos enteramos que habíamos logrado el segundo premio.
Todos los que fuimos representando a la escuela (alumnos, padres, docentes y
directivos), nos sentimos muy orgullosos por el loro alcanzado.
Nos otorgaron un diploma y nos anunciaron que, el Twister
matemático estaría expuesto el año que viene entre los juegos del animate con
en nombre de nuestra escuela.
Como alumnos, nos sentimos muy contentos no solo por haber
logrado el segundo lugar, sino también
por que todo el trabajo realizado en
conjunto con la profe fue reconocido. Y también porque para ser la primera vez
que participábamos en una competencia de este tipo, el puesto que obtuvimos
superó todas las expectativas.
La profesora Payer dijo:
“Enseñar y aprender matemáticas puede y debe ser una
experiencia feliz. Curiosamente casi nunca se cita a la felicidad dentro de los
objetivos pero es bastante evidente que sólo podremos hablar de una labor
docente bien hecha cuando todos alcancemos un grado de felicidad
satisfactorio.”
Claudi Alsina.
Bueno, creo que esta frase lo dice todo, desde cuál fue mi
propósito, hasta el orgullo que siento de ser docente de estos alumnos que con
tanta alegría han representado a nuestra querida escuela.
Recuerdo que lo último que las dije antes de entrar a
presentarlo fue “vayan y diviértanse de la misma forma que lo hicieron mientras
lo practicaban en el patio” porque para mí, más allá del premio que obviamente
buscábamos, lo más importante fue el entusiasmo, las ganas y las carcajadas que
les pude “robar” con un contenido matemático, y sinceramente esto fue el mejor
premio que pude recibir.
¡Gracias chicos!
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